Correa de distribución: Todo lo que debes saber sobre esta pieza del motor

Seguramente, sí has tenido problemas con el motor, has escuchado sobre la correa de distribución.

Hoy queremos ayudarte a aclarar algunas dudas sobre las tareas que desempeña y cómo lograr un funcionamiento óptimo.

En este artículo conocerás toda la información que necesitas sobre la correa de distribución.

¿Qué es la correa de distribución?

La correa de distribución es un sencillo dispositivo cuya función es sincronizar el funcionamiento del motor.

Esta pieza, principalmente, es de material neumático además de muchos otros materiales de larga duración y un mal funcionamiento podría acabar con la vida del motor de nuestro vehículo. Para lograr el buen funcionamiento, debemos seguir las recomendaciones que exigen los fabricantes.

¿Para qué sirve?

La correa de distribución tiene como misión principal sincronizar el funcionamiento de un motor, ya sea diésel o gasolina.

Este importante elemento es parte de los motores de combustión interna. Se encarga de sincronizar la rotación del cigüeñal y del árbol de levas. Para que el sistema de distribución funcione correctamente, en esta sincronización también intervienen válvulas, pistones y piñones.

Su objetivo es permitir el cierre y apertura de válvulas del motor durante el proceso de admisión y escape de cada cilindro.

Además, al igual que otros componentes como el embrague, la correa de distribución también necesita ser sustituida con el paso del tiempo y de los kilómetros.

¿Se puede revisar la correa de distribución?

La correa de distribución se encuentra oculta y por este motivo no es posible realizar una inspección visual para asegurarte de que se encuentra en buen estado.

Para llegar a la correa se debería realizar el 70% del trabajo que lleva el cambio de la misma. Es decir que solo se puede ver cuando se realiza el cambio.

La única manera de evitar averías serias es controlar el kilometraje máximo y el plazo de tiempo indicado por el fabricante.

Fallas causadas por una correa de distribución en mal estado

Existen algunos síntomas que nos pueden ayudar a identificar cuándo una correa de distribución está desgastada o en mal estado.

Ruidos extraños: En la mayoría de los casos se debe a una tensión incorrecta más que a un fallo de desgaste de la propia correa.

Vibraciones: Si conduciendo lentamente percibes vibraciones que no deberían de estar, es muy probable que la correa este en mal estado.

Dificultad a la hora de arrancar: Cuando la correa presenta mucho desgaste, es probable que el vehículo necesite de más persistencia a la hora de arrancar.

Excesivo humo expulsado por el escape: Si la correa de distribución está cerca de romperse, los tiempos del ciclo de combustión no se cumplirán debidamente y causarán fallos en la ignición.

¿Cuándo se debe reemplazar?

La correa de distribución es una de las averías más frecuentes que sufren los automóviles.

Puede darse el caso de que se rompa “por sorpresa”, es decir, sin haber dado señales de mal funcionamiento.

Sin embargo, este hecho rara vez ocurre y en la mayoría de los casos es un problema evitable siempre y cuando prestemos atención a cualquier ruido extraño y/o comportamiento atípico de la misma.

Recomendaciones de los fabricantes

1. Cambiarla al número de kilómetros indicado, existiendo un intervalo entre los 80.000 y los 150.000 km, dependiendo del modelo de vehículo y su cilindrada.
2. Cambiarla cada 5 años, aunque no se haya llegado a los kilómetros que recomienda el fabricante, debido a que el paso del tiempo provoca que la correa se deteriore.

Además de esto, también es indispensable que se cambien todos los rodillos y tensores que lleva.

En definitiva, cualquiera de las situaciones puede derivar en un problema de mayores dimensiones.

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